Historia de Llaranes

Llaranes se encuentra enclavado en la zona del valle del rio Arlós delimitada por la ría de Avilés, por el Norte, y con la línea del ferrocarril Avilés-Villabona por el sur; por el Oeste el peñón y barrio de Bustiello y por el Este los altos de Truyés.

Llaranes dista unos tres kilómetros del centro urbano de Avilés, a cuyo Ayuntamiento pertenece, y está situado a 15 metros de altura sobre el nivel medio del mar.capilla de San Lorenzo

Antes de iniciarse la construcción de los poblados siderúrgicos, el núcleo de población más importante de Llaranes se situaba en las inmediaciones de la capilla de San Lorenzo con todas sus gentes dedicadas a la agricultura tradicional y a la cría de ganado. La capilla, sencilla pero de sólida mampostería y reconstruida en casi su totalidad, conserva en el frontal de su fábrica un pequeño pero muy interesante arco que da prueba de su antigüedad.

PRIMERAS CITAS HISTÓRICAS

SIGLO IX.- En este siglo aparece Llaranes (Leranes entonces) como tierra de Allfouce de Gauzón con parroquia integrada en el arciprestazgo del mcapillaismo nombre.

SIGLO XI.- En el Libro de los Testamentos de la Catedral de Oviedo aparece un testamento en el que los hijos del poderoso Conde Fruela donaban a la Santa Iglesia Catedral de Oviedo, «villa de Leranés de su propiedad, con todo lo que pertenecía, incluidas Familias de creación de los Monasterios», esto es personas que se crían a la sombra de los mismos.

SIGLO XVII.- Los habitantes de Llaranes aparecen con identidad propia e independiente, con iglesia parroquial, con cura párroco propio, cementerio y pila bautismal. En el año 1601, como la feligresía no daba para mantener al cura pues todos los parroquianos eran pobres, se convierte en anexo de San Nicolás, sin dejar de ser parroquía.

SIGLO XVIII.- En 1732 se comunica a los parroquianos de Llaranes la prohibición de decir misa en la iglesia por estar ésta en ruinas y se les apercibe de que, en el plazo de ocho meses, ha de estar reparada pues, en caso contrario, será demolida.
En 1773 la iglesia debía estar en perfectas condiciones pues se le concede, a pesar de sus limitaciones económicas, la condición de Iglesia de asilo.

SIGLO XIX.- En el certificado de la declaración de diezmos de 1801 figura que el «pequeño lugar de Llaranes» lo componen trece vecinos. En 1817, en similar certificación, figura que Llaranes se compone de doce casas.
En 1850 aparece un Acta mandada formar por la comisión investigadora de misa, por la que se deduce que el barrio nuevo de Llaranes, pertenecía a la iglesia de sabugo, arciprestazgo de Pravia.
En 1893, el obispo de Oviedo crea el arciprestazgo de Avilés, formado por nueve parroquias entre las que se encuentra Llaranes, con calidad de filial.

LA EMPRESA: ENSIDESA
El día 5 de junio de 1950, Presidencia de Gobierno emite un decreto por el que se encomienda al INI la construcción de una empresa mixta para la creación de un centro siderúrgico que, en el plazo de diez años, incremente la producción anual obtenida en las distintas industrias, debidamente ampliadas, en la cifra de 600.000 toneladas de productos terminados por año. El 28 de julio de ese mismo año de 1950 se constituye la sociedad. El capital inicial es de 1000 millones de pesetas. Había nacido Ensidesa.
La llegada a Avilés de la draga Pax, en el otoño de 1951, supuso el comienzo de las obras de la nueva factoría.
El 24 de septiembre de 1957 se inauguró el primer horno alto lo que se puede considerar como la inauguración oficiosa de ENSIDESA.

En los primeros tiempos de Ensidesa la necesidad de mano de obra de cualificación media (los oficiales) era muy importante. Estos trabajadores estaban en activo, generalmente, en otras empresas de la región o del exterior. Aunque los salarios que aquí se les ofrecían eran ligeramente superiores no constituían suficiente tirón como para forzar un traslado. La forma de atraerlos fueron las llamadas «ventajas sociales», y sobre todo la vivienda y el poblado.

EL POBLADO: LLARANES
De los poblados que surgieron como consecuencia de la llegada de la fábrica, sin duda el más emblemático, el más cuidado por la Empresa, cabría decir incluso que por el Estado, hasta el punto de que en numerosas ocasiones lo mostró como ejemplo del bienestar de la clase obrera en España, fue el de Llaranes.
Ensidesa encargó a los arquitectos J. M. Cárdenas Rodríguez y F. Goicoechea Agustí, en 1951, la construcción del poblado central de Llaranes concebido como un pueblo independiente, con escuelas, mercado, estadio deportivo, piscinas, parques, local para espectáculos, hogar sindical y Plaza Mayor.
Cárdenas y Goicoechea firmaron conjuntamente el proyecto en su totalidad. Sin embargo, cabe destacar que la iglesia es obra de Cárdenas mientras que el «colegio de niños» y el parque infantil fueron obra de Goicoechea. El «colegio de niñas», la Plaza Mayor y el economato entrarían en el grupo de proyectos compartidos.
El proyecto del Mercado, conocido popularmente como El Economato, data de 1956, pero sería el último de los edificios singulares en terminarse. No se inauguraría hasta 1962. Con anterioridad fueron habilitados para ese uso los bajos de la Plaza Mayor, cuyo destino inicial, nunca del todo logrado, fue su uso para el comercio privado.
Se proyectaron diferentes tipos de vivienda dentro de una homogeneidad de conjunto. Los bloques «A» tienen tres plantas y doce viviendas. Los bloques tipo «C» y «D» son los más abundantes en el poblado. Constan de ocho o dieciséis viviendas dispuestas en forma de «U» y pareadas dejando un jardín en medio. Menos abundantes y con sus jardines son las viviendas tipo «H» o de «capataces». Se trata de viviendas ligeramente mayores que el resto de las del poblado, en bloques de cuatro, dos bajos y dos pisos, y con una fisonomía que les daba un cierto aire de «chalés».
El aspecto nórdico que le conferían los tejados de pizarra fue fruto de la casualidad. En la idea inicial las cubiertas estaban proyectadas en teja árabe de color rojo. Una oportunidad que surgió para Ensidesa provocó el cambio.

El poblado se inauguró el 18 de julio de 1956. En 1959, año en que se termina casi por completo el poblado de Llaranes, finaliza la fase de construcción de Ensidesa.

ORGANIZACIÓN
El responsable de Asuntos Sociales de Ensidesa, en su despacho de la Plaza Mayor, ejerció siempre unas funciones de «alcalde» sobre Llaranes que siempre tendieron a considerar los poblados como una entidad autónoma. Un alcalde, además, con casi todas las prerrogativas de tal, ya que contaba con su propia Guardería Jurada, que era la máxima responsable del orden en los poblados. Orden que se establecía de acuerdo a criterios propios y por normas que el mismo Departamento dictaba.

Llaranes disponía en esa época de 1324 viviendas y estaba totalmente urbanizado: calles, alcantarillado, iluminación, etc… y con todos los elementos de una vida independiente. El servicio público se hallaba concentrado en la Plaza Mayor, centro del mismo, conteniendo estafetas de Correos y Telégrafos, Central telefónica, Farmacia y una sucursal bancaria. Poseía otros locales que se usaban como economato provisional y que serían ocupados, al menos eso era lo previsto, por distintas ramas del comercio.

En 1983 comienza a notarse el declive. A partir de esa fecha la mayor parte de las actividades que asumía Asuntos Sociales dejan de ser, poco a poco, asumidas por la Empresa. Desde la mitad de la década de los ochenta Ensidesa se va deshaciendo de lo que habían sido edificios de uso común de los poblados.

Lo primero en transferirse fueron la iglesia y los colegios. Para la transferencia de la Iglesia al Arzobispado de Oviedo se solicita autorización al Consejo de Administración de Ensidesa el 24 de octubre de 1985. En cuanto a los colegios, en total cuatro edificios, fueron cedidos gratuitamente al Estado. El economato fue suprimido como tal en el segundo semestre de 1995. El 3 de noviembre de ese mismo año se arrendó a una cadena de supermercados para su explotación.
El proceso de «privatización» de las viviendas fue más complejo. La primera venta efectiva se realizó el 10 de agosto de 1990. A finales de 1993 se había realizado el grueso de la operación.
Además de las viviendas, la Empresa tuvo que transferir al ayuntamiento de Avilés las infraestructuras y suelo común. La cesión se firmó el 29 de marzo de 1995. La red eléctrica se cedió a Hidroeléctrica del Cantábrico y los inquilinos tuvieron que hacerse cargo de los pagos a partir de 1998.
Como dato anecdótico, señalar que la última fiesta de Reyes Magos y la última Fiesta del Embalse de Trasona, con organización de la Empresa fueron las de 1993.

El Llaranes de hoy, totalmente remozado, es una zona más de Avilés, con los mismos derechos y obligaciones que el resto, aunque todavía se puede ver en las tapas de algunas arquetas el logotipo de Ensidesa.

Recogido de:  Jorge Bogaerts, «El mundo social de Ensidesa» de Ed. Azucel.